¿Qué es un Despachante de Aduana y Cuáles son sus Funciones Principales?
El despachante de aduana es un profesional clave en el ámbito del comercio exterior. Su función principal es asesorar y asistir en todos los aspectos relacionados con las aduanas y las operaciones internacionales de comercio. En este artículo, te contamos en detalle cuáles son sus responsabilidades y por qué es esencial contar con su experiencia en tus operaciones de importación y exportación.
Un despachante de aduana es una persona con licencia que actúa como agente auxiliar del comercio y del servicio aduanero. Este profesional está habilitado para gestionar la clasificación de mercadería, realizar la declaración aduanera y tramitar los documentos necesarios para las operaciones de comercio exterior. Además, puede operar en nombre de una empresa importadora/exportadora o de una persona física o entidad que lo contrate.
Funciones del despachante de aduana
El despachante de aduana tiene una serie de tareas fundamentales que permiten el correcto desarrollo de las operaciones aduaneras. Algunas de sus principales responsabilidades son:
Realizar despachos de importación y exportación.
Asesorar sobre regímenes de importación y exportación.
Gestionar permisos y autorizaciones aduaneras.
Tramitar el etiquetado de productos y certificaciones ante organismos como el INTI.
Seguir la mercadería en el depósito y asegurar su correcto manejo.
Gestionar reintegros y devoluciones del IVA a las exportaciones.
Clasificar mercaderías arancelariamente y aplicar regímenes especiales, como reducción de aranceles.
Intervenir en la importación y verificación de vehículos y mercancías especiales.
Realizar operaciones en zonas francas.
¿Qué se necesita para ser despachante de aduana?
Para desempeñarse como despachante de aduana, se deben cumplir una serie de requisitos y estar inscrito en el Registro de Despachantes de Aduana. Los requisitos básicos incluyen:
Ser mayor de edad y tener capacidad legal para ejercer el comercio.
Estar registrado como comerciante en el Registro Público de Comercio.
Tener el secundario completo y aprobar los exámenes específicos en materia aduanera.
Contar con domicilio real y especial en la zona de la aduana donde ejercerá sus actividades.
Acreditar solvencia y otorgar una garantía de cumplimiento ante la Dirección General de Aduanas.